Este proceso de transnacionalización de los rituales y creencias de la santería cubana en México podemos dividirlo en 3 etapas:
1ra fase: desde principios del siglo XX hasta 1959, en la cual las industrias culturales de la música y el cine fueron importantes mediadores en las primeras representaciones de la santería en suelo mexicano.
2da fase: abarca hasta finales de la década de los 80, se observan los primeros cambios cualitativos de su implantación en México (Santeros cubanos en México, Santeras cubanas en México, Santero cubano en México, Santera cubana en México, santeros africanos en México, santeria cubana en México), como consecuencia directa de las olas migratorias de cubanos a Estados Unidos después de la Revolución.
3era fase: en los años 90, caracterizada por una mayor divulgación de la misma y su práctica complementaria con otras "tradiciones" y sistemas de creencias de origen africano.
Por desgracia muchos señalan la santería cubana a así como otros cultos afrocubanos dentro del término brujería y casi observados desde una perspectiva criminológica.
El auge del Movimiento Afrocubano de los años 20, impulsa la valoración del "arte
negro", artistas e intelectuales en diferentes ciudades de México (Ciudad México, México D.F., Monterrey, Guadalajara, Puebla, Merida, Toluca de Lerdo, Tijuana, Cuernavaca, Puerto Vallarta, Tlalnepantla, Villahermosa, Cancun, Queretaro, Leon, Pachuca, Xalapa, Aguascalientes, Mexicali, Tuxtla Gutierrez, Hermosillo, Veracruz, Oaxaca, Morelia, San Luis Potosi, Durango, Acapulco, Celaya, Reynosa, Santa Apolonia, Torreon, Ciudad Madero, Coacalco, Ciudad Victoria, Cordoba, Poza Rica de Hidalgo, Juarez, Chalco de Diaz, Nogales, Guaymas, Nuevo Laredo, Naucalpan de Juarez, Mazatlan, Ensenada, Tepotzotlan, La Paz, Ciudad Obregon, Tapachula, Tlaxcala, Culiacan, Atizapan de Zaragoza, Uruapan Del Progreso, Moroleon, Tulancingo, Coatzacoalcos, Los Mochis, Matamoros, Monclova,
Irapuato, Colima, Nezahualcoyotl, San Cristobal de Las Casas, Tehuacan, Salamanca, Campeche, Atitalaquia, Navojoa, Sahuayo, Jiutepec, Tizapan, Barra de Navidad, Ecatepec de Morelos, Chetumal, Zacatecas, Saltillo, Tepic) se interesan en los aspectos filosóficos del mestizaje de la nación y la cultura cubanas, y la herencia africana, generándose una percepción más positiva de estas religiones de origen afrocubano.
Las industrias de la música y el cine han jugado un papel muy importante en esta etapa de transnacionalización de la santería cubana en México (Santeros cubanos en México, Santeras cubanas en México, Santero cubano en México, Santera cubana en México, santeros africanos en México, santeria cubana en México).
A partir de 1959 debido a las olas migratorias de cubanos a Estados Unidos aumentó la la difusión de la santería en México. Varios artistas, políticos y hombres de negocio de México se consultaban con santeros, recibieron resguardos y amuletos e incluso algunos fueron iniciados dentro de la religión (mano de Orunla en México, recibir guerreros en México, hacerse santo en México)
El boom y popularización de la santería cubana en México comienza a partir de los años 90 y comienza a
apreciarse una divulgación y visibilidad mucho más
amplia de la santería cubana en México (santero cubano en México) no sólo en la capital y sus zonas urbanas sino también en otras ciudades del
interior del país. Actualmente en México la santería cubana y sus trabajos rituales de magia tienen una expansión sin precedentes